
Más el Dios de toda gracia… os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca. 1Pedro 5:10
EL DOLOR QUE PERFECCIONA
Como hijos del Padre
celestial podemos dar gracias por qué El nos ama lo suficiente como para disciplinarnos. Todo lo que nos manda
o lo que permite en nuestras vidas es “para
lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad” (He. 12:10)
En el libro Flashes of thrut (destellos de verdad),
James Duff...