Mateo 26:64

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"Y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo." Mateo 26: 64

¡Ah, Señor, Tú estabas en Tu estado de mayor humillación cuando fuiste presentado como un criminal delante de Tus perseguidores! Sin embargo, los ojos de Tu fe podían ver más allá de Tu presente humillación, hasta la gloria futura. ¡Qué palabras son estas: "Y además os digo, que desde ahora"! Yo quisiera imitar Tu visión anticipada, y en medio de la pobreza, o de la enfermedad, o de la calumnia, que pudiera decir: "y además os digo, que desde ahora". En lugar de debilidad, Tú tienes todo el poder; en vez de vergüenza, tienes toda la gloria; en vez de escarnio, tienes toda la adoración. Tu cruz no ha disminuido el esplendor de Tu corona, ni la saliva ha estropeado la belleza de Tu rostro. Más bien, Tú eres más exaltado y honrado por causa de Tus sufrimientos. 

Por tanto, Señor, yo quiero cobrar valor a partir del "desde ahora". Quiero olvidar la presente tribulación recordando el triunfo futuro. Ayúdame, conduciéndome al amor de Tu Padre y a Tu propia paciencia, de tal forma que cuando sea escarnecido por Tu nombre, no sea bamboleado, sino que piense más y más en el "desde ahora", y, por tanto, piense menos en el hoy. Pronto estaré contigo y contemplaré Tu gloria. Por lo tanto, no estoy avergonzado, sino que digo en lo íntimo de mi alma: "Y además os digo, que desde ahora".

Marcos 1:17

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"Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres." Marcos 1: 17.

Únicamente viniendo en pos de Jesús podemos obtener el deseo de nuestro corazón, y ser realmente útiles para nuestros semejantes. ¡Oh, cómo anhelamos ser pescadores exitosos para Jesús! Quisiéramos sacrificar nuestras vidas para ganar almas. Pero somos tentados a probar métodos que Jesús nunca habría probado. ¿Cederemos ante esta sugerencia del enemigo? Si así fuera, podríamos chapotear en el agua, pero no sacaríamos nunca ningún pez. Hemos de ir en pos de Jesús si queremos tener éxito. Los métodos sensacionalistas, los entretenimientos, y cosas parecidas: ¿implica todo esto ir en pos de Jesús? ¿Podemos imaginar al Señor atrayendo una congregación mediante tales medios como los que son usados ahora comúnmente? ¿Cuál es el resultado de tales recursos? El resultado no es nada que Jesús tomará en cuenta en el último gran día. 

Hemos de apegarnos a nuestra predicación como lo hizo nuestro Maestro, pues por este medio, las almas son salvadas. Debemos predicar la doctrina de nuestro Señor, y proclamar un Evangelio completo y libre; pues esta es la red en las que las almas serán pescadas. Debemos predicar con Su benignidad, valor, y amor; pues este el secreto del éxito con los corazones de los hombres. Hemos de trabajar bajo la unción divina, dependiendo del sagrado Espíritu. Así, viniendo en pos de Jesús, y no corriendo delante de Él, ni junto a Él, seremos pescadores de hombres.

Génesis 32:12

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"Y tú has dicho: Yo te haré bien." Génesis 32: 12.

Esta es la vía segura de prevalecer con el Señor en la oración: podemos recordarle humildemente lo que Él ha dicho. Nuestro Dios fiel nunca se retractará de Su palabra, ni la dejará sin cumplimiento; sin embargo, Él quiere que Su pueblo le pida y le recuerde Su promesa. Esto es un refrigerio para la memoria del pueblo, es un avivamiento a su fe, y una renovación de su esperanza. La palabra de Dios es dada, no para Su beneficio, sino para el nuestro. Sus propósitos están establecidos, y no necesita nada que lo obligue a Su designio de hacer el bien a Su pueblo; pero Él da la promesa para nuestro fortalecimiento y consuelo. Por esta razón Él desea que argumentemos la promesa, y que le digamos: "Tú has dicho."

"Yo te haré bien" es justamente la esencia de todos los dichos misericordiosos del Señor. Hay un especial énfasis en la certeza. Él nos hará bien, un bien real, un bien duradero, sólo el bien y toda clase de bien. Nos hará bien, y esto es hacernos bien en el grado más alto posible. Él nos tratará como lo hace con los santos mientras estemos aquí, y eso es el bien. Pronto nos llevará para que estemos con Jesús y con todos Sus elegidos, y eso es un bien supremo. Con esta promesa en nuestros corazones, no hemos de temer al airado Esaú, ni a nadie más. Si el Señor nos hará bien, ¿quién podría hacernos daño? 

Oseas 6:1

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"Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará." Oseas 6: 1.

El modo de actuar del Señor es arrebatar antes de sanar. Este es el honesto amor de Su corazón, y la certera cirugía de Su mano. Él también hiere antes de vendar, pues de lo contrario sería una obra incierta. La ley precede al Evangelio; el sentido de necesidad precede a la satisfacción de esa necesidad. ¿Está el lector bajo la convincente y estrujadora mano del Espíritu? ¿Ha recibido el espíritu de esclavitud para temer otra vez? Esta es una saludable situación preliminar para recibir realmente salud y curación del Evangelio.

No desesperes, querido corazón, sino acude presuroso al Señor con todas tus espeluznantes heridas, tus moretones, y tus llagas supurantes. Únicamente Él puede sanar, y se deleita en hacerlo. El oficio de nuestro Señor es vendar el corazón quebrantado, y lo hace con extrema maestría. No nos demoremos, sino que debemos regresar de inmediato al Señor del que nos hemos alejado. Mostrémosle nuestras heridas abiertas, y supliquémosle que reconozca Su propia obra y que la complete. ¿Acaso un cirujano hace una incisión y luego abandona al paciente para que sangre hasta su muerte? ¿Acaso el Señor derribará nuestra vieja casa, y luego rehusará construir una mejor casa para nosotros? ¿Acaso Tú incrementas desconsideradamente la miseria de las pobres almas ansiosas? Lejos de Ti el hacer tal, oh Dios.

Salmo 33:21

9 de Mayo.

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"Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado." Salmo 33: 21.

La raíz de la fe produce la flor del gozo del corazón. Tal vez al principio no nos regocijemos, pero llega a su debido tiempo. Confiamos en el Señor cuando estamos tristes, y en su debido momento, Él responde de tal manera a nuestra confianza que nuestra fe se logra cumplidamente y nosotros nos regocijamos en el Señor. La duda engendra zozobra, pero la confianza significa gozo a la larga.

La seguridad expresada por el Salmista en este versículo, es realmente una promesa entregada en las manos de la santa confianza. Oh que recibamos gracia para apropiarnos de ella. No obstante que no nos regocijemos en este momento, lo haremos, tan ciertamente como que el Dios de David es nuestro Dios.

Debemos meditar en el santo nombre del Señor, para que podamos confiar más en Él y para que podamos regocijarnos más prestamente. Él es en carácter santo, justo, verdadero, misericordioso, fiel e inmutable. ¿Acaso no hemos de confiar en un Dios así? Él es omnisciente, todopoderoso y omnipresente; ¿no podemos confiar en Él alegremente? Sí, eso haremos de inmediato, y lo haremos sin reservas. Jehová-jireh proveerá, Jehová-salom enviará la paz, Jehová-tsidkenu justificará, Jehová-sama estará por siempre cerca, y en Jehová-nisi venceremos a cualquier enemigo. Quienes conocen Tu nombre confiarán en Ti; y quienes confíen en Ti se regocijarán en Ti, oh Señor.


C H Spurgeon

MATEO 20:7

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"Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo." Mateo 20: 7.

Sí, hay trabajo para cuerpos envejecidos en la viña de Cristo. Es la hora undécima, y, sin embargo, Él nos permitirá trabajar. ¡Qué grandiosa gracia es esta! ¡Ciertamente toda persona anciana debería apresurarse a aceptar esta invitación! Cuando los hombres tienen una edad avanzada nadie los quiere como trabajadores; van de taller en taller, y los patronos miran sus cabellos grises y menean su cabeza. ¡Pero Jesús contrata a la gente vieja, y les da también buenos salarios! Esto es verdadera misericordia. Señor, ayuda a los edad avanzada a alistarse en Tu servicio sin demora ni siquiera de una hora.

¿Pero pagará salarios el Señor a viejos individuos cansados? No lo dudes. Él dice que te dará lo que sea justo si trabajas en Su viña. Él en verdad te dará gracia aquí y gloria en el más allá. Él concederá alivio presente y descanso futuro; la fuerza que necesites en tu día, y una visión de gloria cuando la noche de la muerte llegue. Todas estas cosas dará el Señor muy libremente tanto al convertido de edad avanzada como al que entra a Su servicio en su juventud.

He de decir esto a algún anciano o anciana que no sean salvos, y pedirle al Señor que bendiga mis palabras, por el Señor Jesús. ¿Dónde puedo encontrar a ese tipo de personas? Estaré buscándolas atentamente, para decirles amablemente las nuevas.

C H Spurgeon

Deuteronomio 13:17

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"Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jehová se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres." Deuteronomio 13: 17.

Israel debía sojuzgar a las ciudades idólatras, y debía destruir todo el despojo de todo lo que había sido contaminado por la idolatría, como un anatema que debía ser quemado con fuego. Ahora, el pecado, cualquiera que sea, debe ser tratado por los cristianos de la misma forma. No debemos permitir que permanezca ni un solo hábito pernicioso. Ahora es guerra a muerte con los pecados de todo tipo y tamaño, ya sean del cuerpo, de la mente o del espíritu. No consideramos que esta renuncia del mal merezca misericordia, sino que la vemos como un fruto de la gracia de Dios, que de ninguna manera nos perderíamos.

Cuando Dios nos conduce a ser inmisericordes con nuestros pecados, entonces Él tiene gran misericordia de nosotros. Cuando estamos airados con el mal, Dios no está más airado con nosotros. Cuando multiplicamos nuestros esfuerzos en contra de la iniquidad, el Señor multiplica nuestras bendiciones. El camino de la paz, del crecimiento, de la seguridad y del gozo en Cristo Jesús, será encontrado cuando sigamos estas palabras: "No se pegará a tu mano nada del anatema." Señor, purifícame en este día. Compasión, prosperidad, crecimiento y gozo serán otorgados en verdad a quienes repudian el pecado con solemne determinación.

C H Spurgeon