Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mateo 6:34
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Salmos 55:22
LAS PREOCUPACIONES.
He descubierto que 90% de las cosas por las que me he preocupado nunca sucedieron. Y cuando he temido lo que ha ocurrido, la gracia de Dios siempre ha sido suficiente.
Entonces, ¿por qué preocuparse? Es lo más tonto del mundo para un cristiano. Esto no significa que deberíamos ir por la vida irreflexivamente. Existe una gran diferencia entre la preocupación necia y una preparación cuidadosa para el futuro. Para eliminar la preocupación debemos enfrentar los problemas y las responsabilidades futuras con fe, confiando en que Dios nos dará su gracia y provisión.
Algunas personas miman sus problemas de la misma forma en que las madres miman a sus bebés. Y los acarician, y los mecen, los abrazan, lloran sobre ellos y se aferran a ellos si tratas de quitárselos. Esas personas quieren que te inquietes con ellas y que apoye sus creencias de que las han tratado peor que a nadie en el mundo. Su excesiva preocupación normalmente las vuelve egoístas. Piensan más en sus propios pequeños problemas que en todo lo demás.
¿Te atormentan los temores y las ansiedades al enfrentar el día de hoy y pensar en el mañana? En lugar de alimentarlos, echa tus inquietudes sobre Dios. El Salmo 55:22 nos dice: <echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará...> créelo, y la preocupación se irá de tu corazón.
CUANDO COLOCAMOS NUESTRAS ANSIEDADES EN MANOS DE DIOS, DIOS PONE SU PAZ EN NUESTROS CORAZONES.
Lectura: Mateo 6:25-34; Filipenses 4:6-7; 1 Pedro 5:6-7.