Devocional 2011-04-19

Se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Génesis 6:11
Nunca más se oirá en tu tierra violencia... sino que a tus muros llamarás salvación, y a tus puertas alabanza. Isaías 60:18

Un mundo en estado salvaje.
<<La razón del más fuerte siempre es la mejor>>, constató La Fontaine. Desgraciadamente tenemos la prueba de que desde el primer asesinato de la historia, el de Abel, cometido por su hermano Caín, la violencia caracteriza a la especie humana. La crucifixión del señor Jesús es el ejemplo más crudo.
Cuando Dios destruyó el mundo antiguo por medio del diluvio, la tierra estaba "llena de violencia" (Génesis 6:11). El mundo en el que vivimos está poblado por la misma raza de hombres detestables, que se odian unos a otros (Tito 3:3). Todos estamos de acuerdo en que nos convendría vivir en armonía, amándonos y ayudándonos unos a otros; pero las pasiones, la ambición, el orgullo y el alcoholismo enfrentan una persona con otra, familias contra familias, clases sociales contra clases sociales y naciones contra naciones. La rueda de la violencia no cesa de moverse...
La Biblia nos dice que llegará un día en el que "nunca más se oirá en tu tierra violencia", y en el que no "se adiestrarán más para la guerra" (Isaías 60:18; 2:4). Él "príncipe de paz", Jesús, volverá, pero esta vez ya no será para soportar la violencia humana, sino para reinar. Él está vivo y regresará para establecer la paz juzgando todo mal.
¡Bienaventurados los que desde ahora lo reconocen como tal y se someten a él!
Lectura: 1 Samuel 27:1-28:14 - Mateo 21:23-46 - Salmos 18: 43-50 - Proverbios 6:27-35