Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2 Corintios 8:9
Misericordioso y clemente es el Señor; lento para la ira, y grande en misericordia. Salmo 103:8
La gracia de Dios
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros… lleno de gracia y de verdad”.
Efectivamente, de su plenitud todos nosotros recibimos “gracia sobre gracia”.
“La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:1,14, 16-17).
“La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:1,14, 16-17).
“La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:11-13).
“Ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis” (1 Pedro 5:12).
“Por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (1 Corintios 15:10).
“Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” (2 Pedro 3:18).
Lectura: Ezequiel 20:1-22 – Hechos 26:1-18 – Salmos 36:7-12-Proverbios 12:7-8