SOY DE CRISTO


SOY DE CRISTO

El día de hoy visitaba a una mujer muy enferma, agonizaba ya. Es difícil dar aliento a la persona y a la familia en medio de estas situaciones. El único aliento que podemos recibir en medio de estás circunstancias es saber que somos de Cristo. Que ni la vida ni la muerte ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar de su amor. Lee el siguiente texto y hazte la siguiente pregunta: en verdad ¿soy de Cristo? Si desea conocer más de ésta pregunta no dude en contactarnos.


  1. Pregunta: ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?

Respuesta: Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte (a), no me pertenezco a mí mismo (b), sino a mi fiel Salvador Jesucristo (c), que me libró del poder del diablo (d), satisfaciendo enteramente con preciosa sangre por todos mis pecados (e), y me guarda de tal manera (f) que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer (g) antes es necesario que todas las cosas sirvan para mi salvación (h). Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna (i) y me hace pronto y aparejado para vivir en adelante según su santa voluntad.

a.    Rom.14:8
Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. De manera que, tanto en la vida como en la muerte, del Señor somos.

b. 1 Cor. 6:19
¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños.

c. 1 Cor. 3:23
Ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios

d. Hebr. 2:14
Así como los hijos de una familia son de la misma carne y sangre, así también Jesús fue de carne y sangre humanas, para derrotar con su muerte al que tenía poder para matar, es decir, al diablo.


e. 1 Pedro 1:18, 19;
Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido  que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata,  19sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.

f. Juan 6:39
Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el día último.

g. Mateo 10:30
En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno.

h. Rom.8:28
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.

i. Rom. 8:14
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.