Devocional 2011-05-11


Lo necio del mundo escogido Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogido Dios, para avergonzar a lo fuerte... a fin de que nadie se jacte en su presencia. 1 Corintios 1:27-29


El poder de Dios se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12:9)
He aquí algunos ejemplos de la Biblia:
Después de la muerte de José, los israelitas fueron oprimidos en Egipto. El faraón los trato con dureza. Para liberarlos, Dios escogió a Moisés, pastor desde hacía 40 años. Cuando el pueblo estaba acorralado por su opresor entre el desierto y el mar rojo (Éxodo 14:16), Moisés extendió su vara sobre el mar. Entonces un "recio viento oriental" dividió el mar en dos para dejarlos pasar.
Muchos años después el pueblo de Israel tuvo guerra contra los filisteos. Éstos tenían un caudillo llamado Goliat, el cual desafió al ejército de Israel para que alguien combatiese sólo contra él. Los guerreros con experiencia estaban atemorizados; la situación parecía sin salida. Entonces Dios utilizó a David un joven que nunca había participado en la guerra. David derrotó al temible gigante  hiriendo su frente con una piedra (1 Samuel 17).
En 2 Reyes 5 vemos a Naamán, un oficial sirio que bajo su hermosa armadura escondía una enfermedad mortal: la lepra. Pero la gracia de Dios, que no tiene fronteras, empleó a una niña, esclava en la casa del importante oficial, para decirle que el profeta Eliseo podía curarlo.
Al escoger a personas débiles para realizar sus planes, Dios demuestra que toda la fuerza viene de él, e impide que el hombre tenga la más mínima pretensión. El creyente se inclina en agradecimiento y adoración.
Lectura: 2 Samuel 3:22-39 - Mateo 25:31-26:13 - Salmos 21:8-13 – Proverbios 8:22-27.