Devocional 2011-05-31


Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás... mas el séptimo día es reposo para el Señor tu Dios; no hagas en él obra alguna. Éxodo 20:8-10
Los que hemos creído entramos en el reposo. Hebreos 4:3

4° mandamiento: El día de reposo
El sábado, "el día de reposo" (en la versión reina Valera), era el séptimo día de la semana, un día en el que se dejaba las actividades habituales para consagrarse a Dios. Él dio este mandamiento a su pueblo Israel, reconociendo así que el descanso era necesario. Pero él deseaba que ese día de descanso fuese también un día conmemorativo. El pueblo debía recordar que había sido liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio 5:14-15).
¿Qué significa esto para el cristiano de hoy? Jesucristo murió en la cruz. El día séptimo, el sábado todavía estaba en la tumba. Pero el domingo, el primer día de la semana, ¡resucitó! Mediante su muerte y su resurrección abrió una nueva era: ¡la era de la gracia! En el nuevo testamento el cristiano, liberado de la ley ceremonial, es llamado a servir en “Régimen Nuevo Del Espíritu” (Romanos 7:6). Los primeros creyentes en su conjunto se han congregado el día domingo a lo largo de los siglos "el día del señor" se congregan para rendirle culto, recordando con agradecimiento (al participar de la cena del señor hasta su regreso) que Jesucristo, muerto y resucitado, nos liberó de la esclavitud del pecado y nos dio la paz y la tranquilidad del alma.
Siempre debemos acudir domingos a la iglesia y recibir esa paz, salvación y gozo que Jesucristo nos tiene preparadas en Su Casa.
Lectura: 2 Samuel 8 – Mateo 28 - Salmos 22: 22-24 - Proverbios 9:10-12